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Es fundamental que toda nave industrial, indiferentemente al gremio productivo al que pertenezca, posea un sistema de ventilación. Esto es completamente lógico, razonable y todo el mundo puede llegar a entenderlo. Lo que no es tan habitual es saber que según sus dimensiones y la distribución que se haya realizado sobres sus espacios, sea necesario un sistema adicional de ventilación, que no sea suficiente con la natural.
En demasiadas ocasiones, no se toma en consideración esta cuestión. En más casos de los que serían deseables, la instalación que la estructura contiene es insuficiente para las necesidades actuales de la empresa, o bien los sistemas se han quedado obsoletos, viejos, no rinden al 100%, fallan demasiadas veces, no funcionan correctamente o, en los casos más extremos, ni siquiera tienen uno.
La importancia de una ventilación dentro de las industrias
Con un sistema de ventilación adecuado en las empresas e industrias la renovación del aire se lleva a cabo con la frecuencia debida, lo que implica una mejora de la calidad de este aire en el interior de las naves.
La salud de los trabajadores se verá afectada de un modo negativo si este aire no tiene el flujo de reemplazo suficiente. Respirar aire sucio o de baja calidad, con elevadas concentraciones de elementos contaminantes, hace que las probabilidades de contraer enfermedades pulmonares a largo plazo aumenten considerablemente. Así mismo, tiene efectos inmediatos con posibles problemas en las vías respiratorias que obligan a una respiración forzada, dolores de cabeza, aumento del estrés y de la ansiedad, irritación de los ojos, las mucosas nasales o en la garganta.
Ahora más que nunca, con la incidencia del virus covid-19 todavía latente, el Ministerio de Sanidad ha dejado claro en su manual de buenas prácticas la necesidad de reforzar la limpieza de los filtros de aire, y la de aumentar el nivel de ventilación en todos los sistemas de climatización instalados en las naves industriales. Con estas medidas se pretende que se obtenga de forma permanente una buena renovación del aire que evite un deterioro en la calidad de vida de los trabajadores.
Cuáles son las funciones de la ventilación en una nave industrial
La renovación del aire interior de una nave industrial donde se van acumulando gases nocivos para la salud es fundamental, como ya se ha comprobado. Una función que se lleva a cabo con un sistema de extracción e inyección de aire y que permite, además de garantizar la calidad del aire, otras muchas ventajas saludables para los trabajadores de estas infraestructuras.
Entre otros aspectos, se conseguirá controlar la humedad, clave no solo para el bienestar de los empleados, sino también para conservar en buen estado los productos producidos, las mercancías almacenadas e incluso la propia maquinaria. Así mismo, mejorará el acondicionamiento térmico, reducirá la concentración de gases o partículas insalubres presentes en el aire a niveles benignos. Por último, también evitará la entrada de patógenos en áreas determinadas y favorecerá, en caso de incendio, la extracción de humos.
Tipos de ventilación industrial
Existen tres tipos básicos de ventilación, aunque, como norma general, la que se implante en una determinada nave industrial deberá ser capaz de renovar el aire de cualquier espacio entre 4 y 10 veces cada hora. Solo de esta forma se consigue mantener una calidad optimizada del aire en los interiores. Dependiendo de la actividad que se lleva a cabo, de las condiciones de la nave y de sus dimensiones, habrá que decidirse por un tipo u otro de ventilación industrial.
En este sentido, cabe mencionar la propia estructura del edificio, ya que la tendencia es la construcción de edificios cada vez más estancos para optimizar la eficiencia energética. Esto significa que a mayor estanqueidad se da un empeoramiento de la calidad del aire, por lo que los sistemas de renovación de aire deberán ser más potentes.
En cualquier caso, una vez se determinen valores como el caudal de aire necesario, el tipo de ventilador, los puntos de entrada y salida de aire y las corrientes de aire que evitarán que este recircule, se podrá elegir entre los siguientes tipos de ventilación para naves industriales.
La ventilación natural (estática)
Cuando los extractores, que son estáticos, usan la presión atmosférica para renovar el aire de forma completamente natural.
La ventilación eólica
En este caso los extractores son móviles gracias a la propia fuerza del viento, por lo que no requieren de fuente de energía alguna.
Ventilación forzada (química)
En este caso sí se requieren los extractores eléctricos (motor axial, centrífugo o intercalados entre conductos), puesto que se ha de forzar la salida del aire. Es posible utilizar climatizadores evaporativos, que complementan su función de hacer circular el aire con una adecuada climatización.